historia de Araciel
La historia de nuestra finca está estrechamente ligada a la
historia de Roma. Fueron los romanos quienes la colonizaron y quienes decidieron que una de las principales calzadas romanas
Via de Italia in Hispania y Ab Asturica Terracone, discurriese junto a estos campos.
Araciel inicialmente fue una población con carácter defensivo y un lugar de descanso para las caballerías que recorrían las vías romanas.
Gráfico poblaciones Romanas
A medida que el Imperio Romano consolidó su dominio sobre el
Valle del Ebro, también sus usos y costumbres se hicieron hueco entre la población local, entre ellos el
cultivo del olivo y la
extracción de aceite. Aunque fueron los fenicios quienes inicialmente introdujeron en la
península Ibérica este nuevo cultivo, éstos eran un pueblo muy pegado a la costa y preferían enclaves costeros en lugar de adentrarse tierra adentro.
Araciel fue un pueblo próspero que nunca perdió su naturaleza defensiva debido a su carácter fronterizo. En la Edad Media fue un territorio de disputa entre el Reino de Castilla y el
Reino de Navarra. Durante esta época se construyó el
castillo que da nombre a nuestro aceite. Fue un lugar de refugio para sus habitantes durante las constantes contiendas de las que eran testigos y víctimas. Finalmente
Araciel fue abandonado en el s. XIV y sus habitantes se trasladaron a
Corella, una localidad próxima y más segura.
Restos de aquella época son todavía visibles en nuestros campos, entre ellos el pantano y la
ermita de Santa Lucía, todavía en pie, que recibe anualmente peregrinos que acuden desde Corella en romería. El origen de este peregrinaje se remonta a la devoción que los habitantes de
Araciel profesaban por su patrona aun cuando el pueblo quedó abandonado.